miércoles, 17 de julio de 2013

Capítulo 5: "Creo que fue en ese momento,cuando me enamoré de ella."

 Justin se sentó en la salita de la suite mientras yo intentaba ponerme algo decente para salir.Abrí la maleta encima de la cama. Examiné todo lo que me había traído. Después de unos minutos mirando la maleta sin éxito.Finalmente,me decidí por un crop top con estampado de flores,unos shorts vaqueros y mis inseparables Converse blancas. Me miré en el espejo.Tenía el pelo hecho un desastre. Puse a calentar la plancha mientras me vestía,para ver si así intentaba arreglarlo un poco. Hice unas ondas con la plancha y planché el flequillo. Verdaderamente,la plancha hacía milagros. Salí donde estaba Justin.

-Puedes entrar si quieres.Me voy a maquillar.
-Vale,voy- dijo mientras se levantaba del sofá.

Entró en la habitación,se sentó en la cama y yo empecé a maquillarme. A través del espejo,podía ver como miraba.

-¡Ya estoy lista!-le dije con una sonrisa.
-Preciosa.
-Gracias- dije un poco sonrojada.
-¿Por qué te sonrojas?-preguntó con cara picarona.
-¿Qué?¡No!
-Te estás sonrojando más-estalló en una carcajada.
 -No tiene gracia-dije enfadada.
-Sí que la tiene. Además me apuesto lo que quieras a que eres la típica chica que se sonroja cuando el chico que le gusta le habla. Que sueña despierta con que su príncipe azul algún día aparecerá.Que a pesar de aparentar ser una adulta llevas ropa interior de dibujitos. Apuesto que tu tumblr está llena de frases de amor. Que deseas despertarte todos los días abrazada a tu chico y que todos los domingos te lleve el desayuno.
-Mala suerte.No me gustas,nunca serás mi príncipe azul y nunca estarás tan cerca de mí como para poderme ver en ropa interior.No te voy a dar mi tumblr y no tendrás tanta suerte de levantarte abrazado a mí ni de llevarme el desayuno a la cama. Así que,creo que has perdido la apuesta-me miró asombrado-¿Nos vamos?-asintió.

Nos dirigimos al parking del hotel. Tenía aparcado su coche en la segunda planta. Abrí la puerta del coche y me senté en el asiento del copiloto. Observé como arrancaba el coche. Era gracioso verle concentrado en la carretera. A penas pestañeaba.

 -¿A dónde vamos?-le pregunté.
-Sorpresa-sonrió. -¿Puedo conectar mi Iphone? -asintió.
 Saqué el conector y puse mi Iphone. En ese momento sonaba Fearless de Taylor Swift.
-¿Te gusta Taylor?
 -Sí,mucho-le sonreí.
 -Gran artista y persona.

 Cantaba en voz baja,hasta que noté que él me miraba. Me dediqué a observar la carretera y a solo escuchar la música.

 -No pares de cantar,me gusta-me sonrió.

No sabía donde estábamos.Solo sabía que estábamos subiendo una montaña.
Se podía ver todo Los Ángeles. Era realmente precioso. De pronto,paró el coche.


-Ya estamos-dijo mientras se quitaba el cinturón.
Bajé del coche. Me quedé asombrada por las vistas. Saqué mi móvil del bolsillo e hice algunas fotos.
-¿Te gusta?-preguntó poniéndose a mi lado.
-Es precioso. 
-Lo mejor es que no hay nadie y podemos estar tranquilos.

Me giré y vi un mantel de picnic en el suelo con comida sobre él.

-Gracias Justin. De verdad-le sonreí.
-Quizás no sea la fiesta que te gustaría tener,pero algo es algo.
-Es mejor que una fiesta. Me siento más cómoda. Gracias.
-Deja de decir gracias y vamos a empezar a comer.


Me ofreció un trozo de pizza. Casi no intercambiamos palabra.Solo nos dedicábamos a intercambiar miradas y a comer.

-¿Te gustan las cerezas?-preguntó.
-Sí.


Puso un cuenco con unas cuantas cerezas en el centro. Mordió la cereza y parte del zumo que soltó la cereza al morderla caía por sus labios.


-Tienes...-dije señalando sus labios.
-¿Qué?


Cogí mi servilleta y le limpié la boca. Alcé la mirada y vi como miraba mis labios.  Tenía los labios colorados a causa de las cerezas. Su boca estaba a centímetros de mí. Su mano derecha acariciaba mi pelo y con su mano izquierda hacía círculos en mi espalda. Sentirle tan cerca erizó el bello de mis brazos. Acaricié su mejilla y se estremeció. Sus labios estaban casi en los míos, cuando oímos el motor de un coche.El beso se desvió a un abrazo. Su cuello tenía una olor adictiva. One Million. Me sentía realmente agusto cerca de él. En sus brazos me sentía segura como en casa. 
Nos giramos y había un grupo de universitarios en el coche que habíamos escuchado. 
Le ayudé a meter todo en el coche y mientras él iba arrancando el todo terreno,fui a tirar los restos de comida a la basura.  Cuando pasé por el lado del grupo de chicos empezaron a lanzarme piropos. 

-¡Guapa!-gritaba uno de ellos.
-¡Ven con nosotros preciosidad que te vamos a cuidar bien!-dijo otro de ellos mientras se acercaba a mí.

Aceleré el paso,pero uno de ellos me agarró el brazo con fuerza. Tenía a todos ellos a mi alrededor. Uno rubio me cogió de la cintura y me acercó a él. Intenté separarme como pude,pero otro por detrás me cogió y empezó a besarme el cuello. ¿Dónde estaba Justin? Empecé a gritar y a llorar.

-¡DEJADME!¡ALEJAROS DE MÍ!
-O te callas por las buenas o te callamos por las malas-dijo el que parecía el jefe del grupo.
-O la soltáis o llamo a la policía-Gracias a Dios Justin estaba ahí. Me soltaron.Arrancaron el coche y se fueron-Ven aquí pequeña-me abrazó.
-Gracias-dije mientras me secaba las lágrimas.
-Sube al coche.Tengo una sorpresa,pero no se si te gustará.
-¿Otra?-asintió.
-¿Me dejas escoger ahora a mí la música?
-Sí.

Conectó su Ipod a la radio. Sonaba Drake. Se podía oír perfectamente su voz. No era una gran fan y nunca me había parado a escuchar su música. Realmente tenía una gran voz.

A su lado el chico cantaba sin a penas preocuparse de la presencia de la chica. Los dos estaban a gusto el uno con el otro. 

Parecía tan débil... Cuando la vi llorar,solo quise abrazarla y no dejarla ir durante unos minutos
Tenía otra sorpresa. Le llevaría a un pueblo cercano de Los Ángeles. Eran fiestas y habían fiestas. Música alta, familias y amigos por la calle. Bajamos del coche y ella estaba asombrada.
Le cogí de la mano y la llevé por donde iba toda la multitud.
Nos acercamos a un puesto donde si derribabas con los cartuchos de la escopeta  tres veces a tres latas de cerveza te regalaban un oso grande de peluche o un collar con una chapa de metal.

-¿Quieres que te consiga el osito?-le pregunté.
-Me lo puedo conseguir yo solita.
-¿En serio?
-¿Apostamos?
-Te gustan las puestas,¿eh?
-No-río-Solo las hago cuando se que la otra persona va a perder. Dame tres cartuchos-le dijo al dependiente.

Cogió la escopeta y metió los cartuchos.Miró fijamente a la lata y la derribó.Así una detrás de otra,hasta que derribó las tres.

-¡WOW!¡Me has dejado impresionado!
-Lo sé-reímos.
-¿Dónde aprendiste?
-Mi padre era cazador y de vez en cuando mi hermano Charlie y yo íbamos con él. Vamos a la noria.
-¡Espera!Te falta el regalo-dijo el dependiente.
-Dame la chapa-Cogió la chapa y me la puso en el cuello-Para ti. No te la quites nunca.
-No lo haré-le di un beso en la comisura de los labios-Gracias.
Cogió mi mano y corrió a la entrada de la noria. Pagó las dos entradas y escogimos nuestro asiento.
-¿Sabías que es de mala educación que la chica pague en la primera cita?
-Tu has pagado la comida. Además no sabía hasta hace tres segundo que esto era una cita.

Teníamos los dedos del uno entrelazados con los del otro.
Bajamos de la noria y paseamos mirando todos los puestos de comida y de vendedores ambulantes que habían.

-Es tu cumpleaños y no te he comprado nada...
-No pasa nada. Ya has hecho bastante por mí.

Fui a un vendedor ambulante mientras ella compraba dos cervezas.

-Cierra los ojos-le dije cuando me entregó la cerveza.
-¿Qué pasa?
-Calla-le dije susurrando en el oído.-Abre la palma de la mano. Vale,ahora ciérrala. Ya puedes abrir los ojos.
Vio el collar que le acaba de comprar un collar de acero en forma de infinito.
-Muchas gracias.No hacía falta.-me sonrió-¿Me lo puedes poner?-Le puse el collar y olí su cuello. Una olor dulce,pero no pesada como algunas colonias de mujeres.¿Por qué has escogido un infinito?
-Porque quiero que tu sonrisa sea infinita,que nunca dejes de sonreír. Cuando los idiotas esos intentaron hacerte daño y te vi llorar... No me gustó.
-Gracias.

Nos acercamos donde estaba toda la música. Una chica con el pelo castaño cantaba con su guitarra. Música country.

-Amo el county.Vamos a bailar-dijo mientras me arrastraba a la pista de baile.

Su pelo se movía al son de la música. Su sonrisa en la cara era inmensa. Me gustaba saber que ella se sentía cómoda conmigo. Me gustaba estar con ella.
Creo que fue en ese momento,cuando me enamoré de ella. De cada parte de su cuerpo,de sus defectos y manías.
Estaba verdaderamente feliz.

-Gracias,gracias,gracias. No sé como te voy a agradecer lo que has hecho hoy por mí. ¿Sabes? Nunca le he hablado a nadie que no conozco bien de mi pasado. Es más hacía tiempo que no hablaba de mi padre y lo que solíamos hacer con él,pero tú me haces sentir como si todo el resto del mundo me diera igual.Como si solo existiéramos tu y yo y nadie más. No sé si la cerveza se me ha subido a la cabeza o que me has dado en la comida,pero me siento feliz y creo que estoy hablando como una cacatúa. Así que,por favor no dejes que hable más.

Me acerqué a ella.A sus tiernos labios y la callé con un beso. Un beso dulce.

-¿Vamos al hotel?
-Sí,estoy agotada-me dio un beso rápido en los labios.

A mitad camino paramos en una gasolinera de la carretera a poner gasolina.Ella bajó a la tienda que había allí para comprar una botella de agua

Y como un famoso escritor decía "El destino une y desune a personas a su gusto". Años después por una simple casualidad,padre e hija se vuelven a encontrar.

Paré a repostar a gasolina. Llevaba toda la noche en la carretera. Había estado fuera por motivos de negocios y ya era hora de volver a casa con la familia. Delante de mi había una chica joven muy guapa pagando una botella de agua. El famoso cantante Justin Bieber le esperaba fuera. Supuse que sería algún nuevo ligue del cantante,pero a ella se le veía una chica tan normal...
Me recordó a mi pequeña. A mi dulce y tierna _______.
Cuando pagó,sin darse cuenta de mi presencia, se tropezó y se le cayó el monedero al suelo. Se le salió todo lo que llevaba dentro. Me agaché para ayudarle.
Mientras le ayudaba a guardar sus cosas dentro del monedero,me encontré con una vieja foto.
No podía creerlo. Esa chica que tenía delante de mí,era mi niña...


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